una pelusa de risas y colores
donde el príncipe sapo
despierta de su hechizo
con el sagrado beso
de la dulce princesa
una pelusa
donde me lata nervioso el corazón
porque llega mi amado
y con él la pasión y el éxtasis
la modorra de una agitada noche
anclada entre sus brazos
relajada
un largo paseo por la orilla del mar
tomados de la mano
en la puntilla espumosa
que acaricia los dedos
pero no tengo esa historia para darles
ni príncipe sapo
ni amado ni siquiera pasión
yo solo tengo todo lo que no soy
lo que no tuve porque no lo quise
no es que sea masoquista
víctima mucho menos
soy un saco roto que gota a gota
se murió de hastío
solo eso tengo para contar
quimeras
ni siquiera utopías