¿Sabés?
¿
Me parte el pecho en dos el verte
con ese color de sufrimiento,
esa cara de miedo y de pregunta que no obtiene respuesta.
Supongo que no estamos habituados
a que algo amenace nuestro nido en común,
nido de las vergüenzas, de tortas fritas, de leche con cocoa,
De ese vínculo herido, casi enfermizo,
que nos hace sentir que es culpa nuestra
si es que no defendemos a nuestros otros seis,
incluso del diagnóstico de un capo grado cinco,
los hemos dejado mudos tantas veces,
no serás la excepción, juro que no.
Lo juro en nombre de no poder ni pensar otra cosa,
en nombre de los súper poderes de los cómic
que leímos mil veces de cuarta o quinta mano.
O como a vos te gusta aunque a mí no me guste,
te lo juro por Dios
¿
Me parte el pecho en dos el verte
con ese color de sufrimiento,
esa cara de miedo y de pregunta que no obtiene respuesta.
Supongo que no estamos habituados
a que algo amenace nuestro nido en común,
nido de las vergüenzas, de tortas fritas, de leche con cocoa,
de tanta complicidad incluso en la mentira
que por salvar a alguno nunca faltó,
¡ojito, mi hermano no se toca puta madre!
que por salvar a alguno nunca faltó,
¡ojito, mi hermano no se toca puta madre!
De ese vínculo herido, casi enfermizo,
que nos hace sentir que es culpa nuestra
si es que no defendemos a nuestros otros seis,
incluso del diagnóstico de un capo grado cinco,
los hemos dejado mudos tantas veces,
no serás la excepción, juro que no.
Lo juro en nombre de no poder ni pensar otra cosa,
en nombre de los súper poderes de los cómic
que leímos mil veces de cuarta o quinta mano.
O como a vos te gusta aunque a mí no me guste,
te lo juro por Dios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario