Ella no te viene con dulces
ni con llantos
y menos aún con heridas bullangueras
te cae encima con un ramo rabioso de poesía
y yo no puedo menos que admirarla.
Admiro a la poeta
cuando saca a la hembra
de los pelos
y hace que a fuerza de escupidas exquisitas
una tenga que sacarse el sombrero aunque no quiera.
En honor a mi tibia enfermedad
por la sangre derramada
en la tierra siempre virgen de los locos
de esos locos
locos
arrebatadamente locos de poesía
¡De pie señores!
ni con llantos
y menos aún con heridas bullangueras
te cae encima con un ramo rabioso de poesía
y yo no puedo menos que admirarla.
Admiro a la poeta
cuando saca a la hembra
de los pelos
y hace que a fuerza de escupidas exquisitas
una tenga que sacarse el sombrero aunque no quiera.
En honor a mi tibia enfermedad
por la sangre derramada
en la tierra siempre virgen de los locos
de esos locos
locos
arrebatadamente locos de poesía
¡De pie señores!
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