Este rayo ni cesa ni se agota:
De mí mismo tomó su procedencia
Y ejercita en mí mismo sus furores.
Miguel Hernandez
Miguel Hernandez
como un cuchillo sin filo que no corta
lastima
tortura
y después
vuelve verdugo a su vaina descuerada
como la muerte putañera que se burla
se masturba y se va
dejando su rastro ineludible
como la joya que no le hace ni sombra
a la orgía temblorosa de poiesis
como una piña en la boca
como orgasmos en las tripas
como quién acendra la gangrena
y la convierte en la hostia excomulgada
como si faltara el oxígeno
amante del veneno de las letras
yo no sé si es moral la poesía sangre
para pacatos eunucos
y literarios vacuos
pero sí sé que su magia
es la penetración jamás soñada
y abduce sin remedio
II
no me resigno a perder
la boca de tus dedos
no me resigno
a que me dejes sin tus besos
de botones fríos
sin tus caricias cínicas
pocas veces dulces
escupidas desde el aire
sé que estás por ahí
siempre lejos
siempre buceando
en tu curiosidad de medianoche
no es por tus musas que sufro
es por tu piel
por amarte te me vuelves espinas
y por odiarte
en tu altivez
me matas de abstinencia
yo solo quiero mi dosis
de rayos y zozobras
quiero tu magia en mis manos
no me mates de sed
maldita bruja
lastima
tortura
y después
vuelve verdugo a su vaina descuerada
como la muerte putañera que se burla
se masturba y se va
dejando su rastro ineludible
como la joya que no le hace ni sombra
a la orgía temblorosa de poiesis
como una piña en la boca
como orgasmos en las tripas
como quién acendra la gangrena
y la convierte en la hostia excomulgada
como si faltara el oxígeno
amante del veneno de las letras
yo no sé si es moral la poesía sangre
para pacatos eunucos
y literarios vacuos
pero sí sé que su magia
es la penetración jamás soñada
y abduce sin remedio
II
no me resigno a perder
la boca de tus dedos
no me resigno
a que me dejes sin tus besos
de botones fríos
sin tus caricias cínicas
pocas veces dulces
escupidas desde el aire
sé que estás por ahí
siempre lejos
siempre buceando
en tu curiosidad de medianoche
no es por tus musas que sufro
es por tu piel
por amarte te me vuelves espinas
y por odiarte
en tu altivez
me matas de abstinencia
yo solo quiero mi dosis
de rayos y zozobras
quiero tu magia en mis manos
no me mates de sed
maldita bruja